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La Alberca: Ofertorio a la Virgen de la Asunción




La Alberca es una localidad sureña de la provincia salmantina ubicada en las estribaciones de la Sierra de la Francia. Está rodeada de bosques de robles y castaños. La fauna es rica en el lobo ibérico, el jabalí, el corzo, la cabra hispánica reintroducida con éxito hace algunos años, el gato montés, el zorro y las jinetas entre otros. Entre las aves destacan las rapaces como el águila real, el buitre leonado, el milano, el ratonero y la cigüeña negra.

Su nombre “Alberca” del se quiere derivar de Al-Bereka y éste del árabe Al-birkah (el estanque o construcción para albergar agua destinada al regadío), asegurando la tradición que se llamó Valdelaguna, quizá por la abundancia de aguas que hay en el contorno. Sus alrededores están marcados por el topónimo Francia, como la Peña de Francia, el río Francia, y varios pueblos así llamados en la Edad Media, al ser repoblado por franceses desde que por tierras salmantinas llegaran repobladores liderados por Raimundo de Borgoña. En 1215 ya aparece “La Alberca” con dicho nombre cuando Alfonso IX de León establece allí y en Miranda los límites de su reino leonés.

La fiesta que aquí acontece se llama Ofertorio a la Virgen de la Asunción, conocida esta tradición como el Diagosto. Son las fiestas más importantes de La Alberca. Están declaradas de Interés Turístico Nacional, y se celebran del 14 al 18 de Agosto.



Ofertorio a la Virgen de la Asunción

Inicialmente el Ofertorio se produce cada domingo en cualquier Eucaristía o “misa” donde llegado el momento se ofrece a Dios el pan y el vino a modo de sacrificio. El día de mayor fiesta en multitud de pueblos se realiza un ofrecimiento anual a la Virgen de una serie de viandas y sacrificios dando gracias por los favores otorgados y pidiendo para que el próximo año la Virgen pueda interceder y no deje a los habitantes del pueblo desamparados sin su protección.

Por la mañana, un tamborilero es el encargado de dar el pasacalles. A media mañana, autoridades, mayordomos, cofrades y danzarines, se reunen en la Plaza Mayor, desde donde parten en comitiva hacia la Iglesia Parroquial.

La Plaza Mayor goza de una riqueza en sí misma espectacular. A sus soportales con fachadas y balconadas de madera, sustentadas por columnas de piedra, hay que añadir un magnífico Crucero de piedra donde están tallados los símbolos de la Pasión de Cristo, con sumo detalle. Aparecen no sólo clavos, instrumental de tortura o una enorme escalera para el desenclave sino que sale hasta la bolsa donde Judas albergó sus 30 monedas de plata.



Las mujeres sacan a relucir los cobertores bordados más lucidos de los que presumen, guardados con celo y que pasan de madres a hijas, para engalanando los balcones de semejante arquitectura serrana, provocan en sus fachadas un contraste colorido entre las más aromáticas flores, colchas, paños y mantones... escoltando a foráneos, autoridades, mayordomos y danzarines, y sobre todo a la Virgen patrona. Después de la Misa Mayor, la talla de la Virgen de la Asunción es llevada en procesión, hasta la plaza mayor de origen renacentista, y ornada para la ocasión.

Colocada la imagen en el flanco sur de la Plaza, da comienzo el Ofertorio. Un ritual con un orden muy estricto y solemne, en el que primero ofrecen autoridades y Mayordomos ataviados con los trajes típicos arrodillándose tres veces, en tres sitios determinados ante la Patrona y nunca dándole la espalda. Después ofrecen de la misma manera las familias de los Mayordomos; cada familia sale por una de las cuatro esquinas de la Plaza, y en un riguroso orden de parentesco, los familiares del Mayordomo van “ofreciendo”.

VarlaniaTraje de Vistas



Es este uno de los días, donde se pueden contemplar con mayor belleza los trajes de La Alberca, y como no el espectacular Traje de Vistas, que lucen las Mayordomas y las novias el día de la boda y los más mozos los vestidos más sobrios de sus abuelos. El Traje de Vistas se encuentra entre los más ricos de España. De influencias orientales, árabes y judías. Se compone de sedas, linos y terciopelos solamente en el refajo. Además están las sayas, el manteo y el jubón se completa con una orfebrería barroca, con enormes collares de filigrana dorada, oro, plata y coral, relicarios, amuletos y talismanes. Se acompaña además de adornos con forma de trucha para bien fecundar, el león guardián de la virginidad, castañas y sonajeros.

Son de reseñar los motivos de los bordados típicos de la Alberca como el águila bicéfala, el león y la trucha, junto a motivos florales y geométricos con formas sumamente originales y por lo tanto no sólo únicas sino con un sello de distinción que se reconoce por donde quiera que van.



Símbolo de Inquisición en dintel de casa serrana, existe en dos viviendas de La Alberca.
Las adinteladas casas serranas, uno de cuyos máximos exponentes es la Alberca, son en su mayoría del siglo XVIII como aparece en muchos dinteles de sus puertas. Estos albergan una simbología rica en torno a un mundo mágico-religioso que aparece representado con exquisita pulcritud. Uno de ellos son los símbolos de la Inquisición que tuvo aquí cárcel y Tribunal y rollo para los reos.


Las casas están en su mayoría construidas con un entramado de madera que sirve de armazón y rellenado con un mortero a base de canto y barro, destacando sus primeras plantas por ser de robusta piedra de granito que abunda por la zona.




El famoso dicho a cada cerdo le llega su San Martín adquiere en esta villa su máxima expresión, cambiando el santo por San Antón y es que cada año a un cerdo joven se le suelta por las calles del pueblo, entre todos los vecinos se le da de comer, se le aloja y cuida como si fuera propio, puesto que más adelante se produce una subasta y el vecino que en suerte le toque, se lo queda y se lo come, tras ser alimentado por todos. De esta tradición hay una estatua dedicada a semejante tradición. Y es que la Alberca es un lugar tradicional por sus matanzas, chacinas, y afamadas carnes de cerdo, animal del que dicen que no se desperdician ni los andares. También conocidas son sus mieles (recomiendo la de romero) y turrones. Muchas otras tradiciones curiosas y originales como la Moza de Ánimas, San Antón, La Loa, el Patahenos, que dejo a los más curiosos indaguen por ahí y les animo a descubrirlas. Los Días del Pendón, el de Majadas y el del Trago revierten en esta villa una riqueza etnográfica sin parangón lo que le provocó hace ya setenta años que lo nombraran el primer pueblo de España como Monumento Nacional Artístico.



Documento audovisual de la fiesta del Diagosto en la La Alberca (por Chema García)

Chema García